Origen de la Iglesia Anglicana

Te encuentras en una iglesia anglicana cuyas tradiciones se remontan al siglo XVI. Tras la Reforma Protestante, la Iglesia de Inglaterra se separó de la Iglesia Católica Romana, simplificando los rituales con el Libro de Oración Común. Pero preservó tradiciones clave, incluidas aquellas relacionadas con las creencias, ganándose la descripción de Catolicismo Reformado.

El rey Enrique VIII desempeñó un papel fundamental en esta ruptura, aunque no por razones puramente teológicas. Deseando un heredero varón, buscó anular su matrimonio con Catalina de Aragón, pero el Papa se negó. En respuesta, Enrique se declaró a sí mismo como Cabeza Suprema de la Iglesia de Inglaterra, rompiendo lazos con Roma. Aunque sus motivos eran personales, este cambio tuvo profundas consecuencias religiosas y políticas.

Bajo el arzobispo Thomas Cranmer, el anglicanismo tomó forma, estableciendo sus enseñanzas esenciales. A medida que exploradores, comerciantes, colonos y misioneros británicos viajaban por el mundo, llevaban su fe con ellos, lo que llevó a la creación de iglesias anglicanas autónomas en todo el mundo.

Así que, ya sea por amor, política o fe, la historia de la Iglesia Anglicana sigue siendo un capítulo fascinante en la historia del cristianismo.

Nuestra historia se remonta a 1893, cuando se estableció el Sínodo Diocesano como nuestro órgano de gobierno. En 1955, nos convertimos oficialmente en la Iglesia Anglicana de Canadá.

Un hito significativo ocurrió en 1976, cuando seis mujeres fueron ordenadas como sacerdotes, casi dos décadas antes de que la Iglesia de Inglaterra hiciera lo mismo. En 1993, la obispa Victoria Matthews hizo historia al convertirse en nuestra primera obispa.

Una iglesia autónoma 

Hoy en día, somos una iglesia autónoma dentro de la Comunión Anglicana mundial, con más de 500,000 miembros en casi 1,700 parroquias. Nuestros servicios se llevan a cabo en varios idiomas, incluidos el inuktitut, francés, español y cree, reflejando la rica diversidad cultural de Canadá. Desde 2019, la arzobispa Linda Nicholls nos ha liderado como nuestra 14ª Primada, guiando nuestra misión y alcance. 

Hay aproximadamente 65 congregaciones, atendiendo a una población anglicana total de aproximadamente 4,000 almas. Algunas de esas congregaciones tienen solo un servicio al año y unas pocas atienden solo a feligreses de verano. La diócesis está actualmente servida por aproximadamente 25 sacerdotes que son asistidos por varios diáconos y lectores laicos. La mayoría de los titulares sirven en parroquias multipunto, y algunos clérigos están involucrados en el ministerio de manera no remunerada.

La presencia anglicana en Quebec se remonta a 1759, tras la llegada de las fuerzas británicas. Fundada en 1793, la Diócesis de Quebec se estableció para atender a la creciente población anglicana en lo que entonces era el Bajo Canadá. Su primer obispo, Jacob Mountain, fue un clérigo inglés designado por el rey Jorge III. Cuando llegó a la ciudad de Quebec en 1793, se dio cuenta rápidamente de que ser obispo en una región vasta, mayoritariamente francófona y católica, presentaba desafíos únicos.

1800s

A principios de 1800, gran parte de su diócesis solo era accesible en canoa, a caballo o a pie. Decidido a llevar el ministerio anglicano incluso a las áreas más remotas, soportó largos y peligrosos viajes, a menudo alojándose en las modestas casas de los colonos. A pesar de estas dificultades, trabajó incansablemente para establecer iglesias y escuelas, dejando un impacto duradero en esta región.

Después de 1793

Trece obispos han servido en Quebec desde 1793. Los tres primeros fueron designados por la Corona; el primero en ser elegido fue James William Williams, en 1863. Nuestra Sociedad de la Iglesia, formada en 1842, es una de las dos únicas en Canadá que aún existen. Actúa como una sociedad misionera y desempeña un importante papel de apoyo en la vida y el trabajo de la iglesia en Quebec. 

Hoy en día

Hoy en día, la Diócesis Anglicana de Quebec cuenta con aproximadamente 65 congregaciones, atendiendo a una población anglicana total de aproximadamente 4,000 almas. Desde 2017, el Reverendísimo Bruce Joseph Andrew Myers OGS es el decimotercer obispo anglicano de Quebec.

Conoce al obispo Bruce Myers, el decimotercer obispo anglicano de Quebec. Nacido de padres quebequenses y criado en una granja en Ontario, se destacó inicialmente como periodista y locutor, cubriendo política en Ottawa y la ciudad de Quebec. Su camino hacia el ministerio comenzó en 2004 aquí en Holy Trinity, llevándolo a servir como sacerdote parroquial en las Islas de la Magdalena y la ciudad de Quebec, así como archidiácono y líder de comunicaciones para la diócesis.

El trabajo del obispo Bruce también lo ha llevado a nivel nacional, donde coordinó las relaciones ecuménicas e interreligiosas para la Iglesia Anglicana de Canadá. Elegido como obispo coadjutor en 2015, fue ordenado en 2016 y se convirtió oficialmente en obispo diocesano en 2017. Sus profundos estudios teológicos abarcan McGill, el Instituto Ecuménico de Bossey y Ginebra, culminando en un doctorado en estudios ecuménicos de la Universidad de Saint Paul.

¡Más allá de su liderazgo espiritual, el obispo Bruce tiene una fascinante gama de intereses! Es un ávido apicultor, ciclista y fotógrafo, y le encanta escribir y viajar, una pasión especialmente útil cuando supervisa una diócesis que abarca 720,000 kilómetros cuadrados. Esté atento a él mientras viaja por esta vasta e histórica región.

Las creencias y prácticas anglicanas combinan elementos de las tradiciones católica romana y protestante.

La Comunión enseña una comprensión trinitaria de Dios y cree en Jesús como el Hijo de Dios coigual y coeterno que vino para la salvación de la humanidad. El libro sagrado de la Comunión es la Biblia, que comprende tanto el Antiguo Testamento o Biblia Hebrea como el Nuevo Testamento.

Los anglicanos reconocen dos sacramentos: el bautismo y la eucaristía, mientras también honran la confirmación, la ordenación, el matrimonio, la reconciliación y la unción de los enfermos. La Pascua y la Navidad son dos de los días santos más importantes en la Comunión, y los miembros se reúnen semanalmente. El servicio de adoración de la Comunión varía, pero a menudo incluye los ritos eucarísticos, oración, el canto de salmos e himnos, lecturas de las escrituras y un sermón.