Las placas conmemorativas y los monumentos en las paredes de la Catedral ofrecen un vistazo a un pasado fascinante. Un recordatorio de una época en la que esta ciudad francófona formaba parte del Imperio Británico, muchos de los cuales conmemoran a oficiales militares británicos que sirvieron en Quebec y se convirtieron en feligreses. Después de la independencia estadounidense, la ciudad de Quebec se convirtió en la capital de la América del Norte británica durante casi 90 años, convirtiéndola en un destino clave para oficiales británicos ambiciosos y funcionarios del gobierno.
Si avanzas en esta sección, hemos recopilado una selección de referencias e información adicional sobre algunas de las placas y monumentos más notables e históricamente significativos que se encuentran aquí.
Sobre el palco real hay un monumento que honra a Charles Lennox, cuarto duque de Richmond, el primer gobernador general en morir en la colonia. A diferencia de otros que regresaron a Inglaterra al enfermarse o retirarse, su muerte repentina por rabia tras la mordedura de un zorro lo hizo imposible, lo que llevó a su entierro aquí.
Su esposa, Lady Lennox, también fue influyente. Antes de Quebec, la pareja estuvo en Bruselas, donde ella organizó el famoso Baile de Waterloo, al que asistió el General Wellington antes de su victoria sobre Napoleón. Celebrado en la literatura inglesa, incluido un poema de Lord Byron, este gran evento consolidó su estatus como una “pareja poderosa” histórica.
Colocado en lo alto de la pared de la galería sur de la catedral.
Thomas Dunn (1729–1818) fue una figura prominente en la historia temprana de Quebec: un próspero empresario, señor, juez y administrador colonial. Su legado perdura no solo a través de su servicio público, sino también en varios sitios históricos que llevan su nombre, como la antigua Maison Dunn en la rue Saint-Louis (antiguamente el Ayuntamiento de la ciudad de Quebec), el Thomas Dunn Pub en el Viejo Puerto, y la encantadora capilla anglicana de St. Mary en Ste-Pétronille en Île d'Orléans, aún mantenida por la familia Dunn. Su monumento, esculpido en Londres y digno de un lugar en la Abadía de Westminster, es una obra de arte impresionante aunque a menudo pasada por alto. Su presencia silenciosa desmiente la importancia del hombre que conmemora.
Este monumento está ubicado al sur de la puerta principal.
El obispo Matthews (1907-1991) fue el noveno obispo de Quebec desde 1971 hasta 1977. Estuvo casado con Eileen Matthews, con quien tuvo cinco hijos. Su ministerio inicial incluyó curatos en Viking y Edson, seguido de cargos en Coaticook y Lake St. John. Ocupó el cargo de archidiácono de Gaspé y luego se convirtió en el archidiácono de St. Francis hasta su elevación al episcopado en 1971.