Cuatro puertas, incluida la puerta de Sant Roc, permitían en otro tiempo acceder a la ciudad fortificada de Mahón. De estas cuatro puertas, Sant Roc es la única que aún existe hoy en día.
La puerta de Sant Roc es también uno de los pocos vestigios de las murallas medievales de Mahón. Estas últimas fueron construidas sobre las murallas árabes por orden del rey Alfonso III, a finales del siglo XIII, para defender la ciudad de los ataques enemigos. Solo el frente marítimo no fue fortificado, ya que los acantilados constituían por sí mismos un medio de defensa natural.